Democracia Local

"¿Cómo ha afectado la pandemia a nuestros sistemas de gobierno y a la confianza entre las instituciones y la ciudadanía? Estas preguntas debe abordarse, y se debe hacer desde la base para restablecer las relaciones de confianza."
Emilia Saiz,
Secretaria General de CGLU
"La tarea del sistema internacional es reconocer las dificultades a las que nos enfrentaremos y contribuir a la transformación a un sistema interurbano que aproveche la fuerza de nuestros territorios y que pueda contribuir, mediante el diálogo, a la próxima generación del multilateralismo."
Thembisile Nkadimeng,
Alcaldesa de Polokwane, Presidenta de SALGA y Copresidenta de CGLU:
"¿Las emergencias y las crisis van a formar parte de la forma en que se hace política a nivel local? Es necesario desarrollar nuevas maneras de hacer las cosas y para ello es indispensable una verdadera democracia local, que no se puede entender sin descentralización, sin comunidades y, por supuesto, sin financiación."
Octavi de la Varga,
Secretario General de Metropolis
"La incertidumbre requiere humildad, adaptación, colaboración. Necesitamos aprender de estas ideas, volver al punto de partida y desarrollar herramientas para revisar, proteger y actualizar nuestro contrato social local."
Elkin Velásquez,
Representante Regional de ONU-Hábitat para América Latina y el Caribe
"Los debates deben comenzar desde el nivel local y cerca de la ciudadanía, a partir de las numerosas vías de oportunidades que ha puesto de relieve la crisis."
Johnny Araya,
Alcalde de San José y co-presidente de CGLU
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A group of people raising their hands on the street

Contexto

La democracia local, como todos los demás aspectos de la vida urbana, se ha visto gravemente afectada por la actual crisis sanitaria y las consiguientes medidas para promover un entorno sano y seguro. Todas las formas de reunión política han sido canceladas, pospuestas o realizadas en plataformas virtuales. El Estado de excepción que ha traído consigo la crisis ha dado lugar a menudo a una interpretación flexible de las leyes y ha generado opacidad en procesos que deberían ser transparentes y abiertos. La necesidad de responder rápidamente a las cuestiones urgentes ha hecho visible de muchas maneras las posibilidades de racionalizar los procedimientos burocráticos, pero también se ha utilizado como pretexto para aplicar procesos alternativos que no se ajustan necesariamente a las normas democráticas y de transparencia. Si bien la seguridad de la población debe ser la máxima prioridad en un momento de crisis, garantizar la seguridad de nuestras instituciones democráticas también es importante. Las autoridades locales se enfrentan ahora al reto de equilibrar los beneficios y los riesgos que conllevan los procesos democráticos recién establecidos y el mayor uso de herramientas tecnológicas.

La digitalización de los procesos participativos en la toma de decisiones se presenta como una gran oportunidad para llegar a un sector más amplio de la población, pero también incluye el desafío de educar a la ciudadanía y al funcionariado sobre cómo gestionarla. El seguimiento de los datos sobre la salud de la ciudadanía parece prometedor para prevenir nuevos brotes, pero conlleva muchas preocupaciones en materia de privacidad. Tras la crisis, las ciudades tendrán que hacer frente a una gran variedad de nuevos desafíos en lo que respecta al mantenimiento de las estructuras democráticas, pero también pueden contar con un nuevo sentido de comunidad y participación cívica, ya que la crisis ha servido para estimular la solidaridad ciudadana y el compromiso activo con las cuestiones locales. Será fundamental encontrar la forma de consolidar estas medidas para crear instituciones locales más fuertes y comunidades más cohesionadas.

106

Hasta el 15 de julio se han aplazado 106 elecciones…

61

…en 61 países.

Retos

Las autoridades locales habían estado haciendo frente a desafíos relacionados con los procesos democráticos incluso antes de la crisis. Según un informe anterior a la crisis de la COVID-19 de IDEA Internacional, tanto las entidades nacionales como las subnacionales, habían estado sufriendo una degradación de la calidad democrática, lo que también se observaba en las democracias más desarrolladas. Con el brote, las ciudades han expresado su preocupación por el hecho de que los gobiernos nacionales socavan las competencias locales con la excusa de la eficiencia y la seguridad. En ese sentido, si bien existe un entendimiento general de que las circunstancias extremas requieren medidas extremas, también existe una gran preocupación de que este enfoque prevalezca tras la crisis sanitaria.

Además, los gobiernos locales y regionales se enfrentarán al reto de un aumento de la pobreza y de la desigualdad, lo que podría dar lugar a disturbios sociales y a la desconfianza en las instituciones públicas. Por último, las ciudades habrán encontrado el equilibrio entre el uso de las tecnologías digitales para promover la seguridad y la salud pública y, al mismo tiempo, para fomentar la participación ciudadana y sus cuestiones conexas: un mayor desafío para promover la deliberación colectiva frente a la atomización de la sociedad, una profunda brecha digital basada en diferencias socioeconómicas y geográficas, junto con preocupaciones generalizadas por la privacidad. Como no hay respuestas sencillas a estas preguntas, la participación de la sociedad civil en el debate será fundamental para aportar soluciones que respondan a las preocupaciones de las personas y ayuden a crear confianza en las instituciones locales.

Obtenga más información sobre los retos a los que se enfrentan las ciudades y regiones:

Necesidades

Ahora más que nunca, las ciudades deben hacer frente a la desigualdad y garantizar los derechos de toda la población, en particular de los más vulnerables, como forma de fortalecer el pacto social y fomentar la confianza en las instituciones públicas. Para ello se requiere un enfoque colaborativo y participativo con respecto a la población, lo que significa que las ciudades deberán garantizar un acceso universal e igualitario para que toda la ciudadanía pueda participar en los procesos de adopción de decisiones, ya sea de forma física o digital. Por otra parte, si bien las circunstancias extremas exigen medidas asertivas, los gobiernos deben evitar las derivas autoritarias, asegurándose de que las decisiones se basen en hechos y tengan en cuenta la opinión de las personas expertas, pero también las necesidades y preocupaciones de la sociedad civil. Por último, en una época de incertidumbre, desinformación y disturbios, las ciudades deben poner en marcha procesos abiertos y transparentes, un enfoque que refuerce la confianza en las autoridades públicas y contribuya a crear el sentido de comunidad y cohesión social.

Respuestas

Conozca cómo Santa Fé ha creado redes de vecinos para promover la ayuda mutua y la reflexión

La región de Nariño cree que las soluciones vendrán de la defensa de la esfera pública y de las decisiones por mayoría y que es necesario reiniciar el sistema para crear nuevos ciudadanos y gobiernos con prioridades claras.

Grenoble se ha centrado en la adaptación del presupuesto participativo para los medios digitales, en la puesta en marcha de una nueva plataforma de ayuda mutua y en la puesta en marcha de un jurado ciudadano para luchar contra el aislamiento de las personas mayores

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Puntos Clave

  1. La lucha contra las desigualdades es un aspecto fundamental para promover la cohesión y la inclusión y evitar que la crisis sanitaria se convierta en una crisis social. En ese sentido, el acceso igualitario y universal a los servicios públicos y la garantía del derecho a la ciudad a las comunidades más vulnerables serán la base sobre la que los gobiernos construirán sociedades resistentes y la confianza en las instituciones públicas, aspectos que serán muy necesarios tras la crisis. Garantizar estos valores es una condición para que los mecanismos democráticos perduren y se consoliden en medio de las tendencias tecnocráticas y autoritarias que están surgiendo.
  2. Muchas ciudades y regiones han logrado continuar la prestación de servicios públicos y responder a las necesidades sanitarias urgentes, apoyando la seguridad y la salud de sus ciudadanos. Las autoridades locales pueden aprovechar la preeminencia que han adquirido el sector público y los y las trabajadores y trabajadoras públicos durante la pandemia para establecer una relación de confianza y cooperación con toda la ciudadanía.
  3. Las ciudades y regiones necesitan ser reconstruidas para y con la ciudadanía. Garantizar la democracia participativa es fundamental para construir sociedades más resistentes y asegurarse de que nadie se quede atrás. La ciudadanía debe estar en el centro de este proceso y deben participar de una manera accesible, transparente y abierta.
  4. Las tecnologías digitales han demostrado ser extremadamente útiles para conectar, informar y comprometerse con la comunidad. Si bien pueden ser herramientas increíblemente democráticas, los gobiernos deben garantizar el acceso universal y la capacitación a esas herramientas, a fin de asegurarse de que no empeoren la brecha económica y social. Las tecnologías digitales pueden utilizarse para ayudar a mantener a la población segura e informada, pero los gobiernos deben asegurarse de que esto se haga preservando los derechos humanos de la ciudadanía.

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la Nota de Prensa

Beyond
The Outbreak

El aumento de la solidaridad comunitaria y el rápido paso a la digitalización en muchas esferas (educación, salud y acceso a los servicios públicos, por citar algunas) son dos de los principales resultados de la crisis. Muchas ciudades están combinando estas dos tendencias para crear, mejorar o promover formas en que la ciudadanía pueda colaborar conectándose entre sí a través de una comunidad virtual. El Observatorio Internacional de la Democracia Participativa (OIDP) ha tomado nota y ha agregado algunas de estas iniciativas en su sitio web. De Barcelona a Montevideo y a Uagadugú, las ciudades están aprovechando el alcance de las plataformas digitales para fomentar la solidaridad local. Un enfoque que podemos esperar que se desarrolle aún más mientras nos preparamos para reconstruir nuestras ciudades después de la crisis.

A group of people raising their hands on an auditorium

Reconstruyendo
Mejor

El Decálogo de CGLU 

«Los gobiernos, a todos los niveles, deberán asegurar que la recolección de datos y el desarrollo de la inteligencia artificial se utilicen para el bien común y que se garanticen los derechos con la participación de las comunidades y al servicio de las sociedades democráticas. Es tecnológicamente posible y debería ser nuestro marco una vez que la crisis haya pasado.»

Recursos

Para obtener más información sobre el tema de la democracia local y su impacto en las ciudades y regiones, consulte los recursos relacionados que se incluyen a continuación.

Frontliners

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