Vivienda
Contexto
Garantizar el acceso a una vivienda adecuada es uno de los mayores retos de la urbanización. Aunque la insuficiencia de viviendas adecuadas y asequibles en las ciudades de todo el mundo era un problema mundial antes de la pandemia (como consecuencia del aumento de los precios de los inmuebles debido a la especulación, la escasa competencia normativa y la proliferación de asentamientos informales), las desigualdades y la vulnerabilidad relacionadas con la vivienda se han hecho especialmente evidentes con el brote de la COVID-19. Como se recuerda en la Declaración de Ciudades por la Vivienda Adecuada (2018) de CGLU, el acceso a la vivienda es una condición previa para el acceso a los derechos humanos y el derecho a la ciudad, incluidos el empleo, la educación, la salud y los servicios sociales. Pero aun siendo una necesidad tan básica, ONU-Hábitat estima que alrededor de 100 millones de personas en todo el mundo carecen de vivienda, y que una de cada cuatro personas vive en condiciones perjudiciales para su salud, seguridad y prosperidad. La ONU estima que para alcanzar el ODS 11 sobre ciudades en 2030 («garantizar el acceso a una vivienda adecuada para todos y todas»), 3.000 millones de personas (que representan alrededor del 40% de la población mundial) necesitarán acceso a una vivienda adecuada.
3B
Para 2030, 3.000 millones de personas necesitarán acceso a una vivienda adecuada.
100M
100 millones de personas en todo el mundo están sin hogar.
Retos
Debido al acelerado crecimiento de la población y a los altos niveles de pobreza que siguen persistiendo, las ciudades se enfrentan a problemas constantes para satisfacer las necesidades de vivienda de la población. Si bien el problema más común es la escasez de viviendas dignas, los retos específicamente relacionados con esta cuestión radican en la mala calidad y la ubicación de estas, por lo general lejos de las oportunidades de empleo y de medios de vida, la falta de accesibilidad y de servicios, los costes inasequibles y la inseguridad de la propiedad. La falta de capacidad normativa y de recursos financieros es uno de los problemas más recurrentes a los que se enfrentan los gobiernos locales cuando tratan de abordar los problemas relacionados con la vivienda. El informe de CGLU “Repensando las políticas de vivienda” ofrece un buen análisis de los desafíos en materia de vivienda y de las políticas emergentes de los gobiernos locales y regionales en los últimos años.
En el contexto de la COVID-19, abordar estos desafíos se ha vuelto aún más urgente. Por un lado, esto es así porque una de las principales medidas para frenar la propagación del virus es promover políticas de “quedarse en casa”. Por otra parte, la vulnerabilidad de la vivienda también se ha convertido en un importante catalizador de la crisis social causada por la pandemia, ya que la disminución repentina de los medios de vida y los ingresos ordinarios de los hogares en todo el mundo está llevando a millones de personas al borde del desahucio o a dormir en la calle. También debe prestarse especial atención a garantizar la seguridad de los grupos y comunidades vulnerables. Un ejemplo clave de estas vulnerabilidades agravadas es el de las mujeres, ya que los estudios indican un aumento de la violencia doméstica desde que empezó el brote.
Descubra más acerca de los retos a los que se enfrentan las ciudades y regiones
Necesidades
La vivienda debe ser un elemento central de las políticas sociales y económicas, tanto a nivel nacional como local. La intervención pública en materia de vivienda debería abarcar la elaboración de estrategias integrales basadas en el marco de la vivienda adecuada (como se recuerda en el Informe A/HRC/43/43 de la Relatora Especial de las Naciones Unidas sobre Vivienda Adecuada), incluido el desarrollo de viviendas públicas no especulativas y el fomento de la vivienda asequible, sobre la base de alianzas renovadas entre los sectores público y privado e iniciativas comunitarias.
En el contexto de la pandemia, es fundamental que los gobiernos locales y regionales piensen en soluciones sanitarias eficaces para quienes viven en asentamientos informales, que en muchos casos no se benefician de las medidas oficiales de apoyo económico. Otras medidas adoptadas por los gobiernos locales y regionales sobre el terreno se han centrado en la aplicación de moratorias de desahucios, la paralización de los aumentos de los alquileres, el establecimiento de programas de asistencia para el alquiler, la movilización de viviendas de emergencia o la promoción de iniciativas de viviendas sociales, como la creación o el aumento de viviendas sociales de alquiler.
Respuestas
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Puntos Clave
- Ahora y más allá de la pandemia, la vivienda debe estar en el centro de las agendas urbanas nacionales, regionales, metropolitanas y locales.
- Especialmente durante la crisis sanitaria, los gobiernos locales deben asegurar el acceso a condiciones de vivienda digna para todos y todas como elemento básico para garantizar la salud de sus ciudadanos. El apoyo puede llegar de muchas formas, como la movilización de viviendas de emergencia, préstamos o subsidios.
- Las políticas de mejora de la vivienda y los asentamientos informales a nivel local deben ir acompañadas de estrategias a largo plazo en todo el país.
- El desarrollo sostenible requiere basarse en la igualdad territorial, un ámbito en el que todavía hay que avanzar en la elaboración de políticas.
- Debemos promover la solidaridad cívica y las alianzas entre múltiples partes interesadas para hacer frente a las repercusiones de la crisis de COVID-19 en la vivienda.
- No hay una solución única para todos y todas: se debe proporcionar diferentes soluciones a las personas sin hogar o que carecen de condiciones de vivienda digna.
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Nota de Prensa
Beyond
The Outbreak
Varios participantes en la Experiencia de Aprendizaje en Vivo de CGLU destacaron que el replanteamiento del mercado inmobiliario será fundamental en la era posterior a de la COVID-19, especialmente en las zonas que se enfrentan a un gran riesgo de aumento de la gentrificación tras la pandemia. Se trata de un sector que ya estaba siendo objeto de un minucioso escrutinio antes de la crisis debido a las enormes repercusiones de la financiación de la vivienda en la vida urbana, ya que la vivienda se consideraba un bien de consumo y no un elemento clave del derecho a un nivel de vida digna. La construcción de un nuevo modelo que ponga en el centro los intereses de la ciudadanía será clave para proporcionar las tan necesarias mejoras en el acceso a la vivienda a largo plazo.
Reconstruyendo
Mejor
El Decálogo de CGLU
«La garantía del derecho a una vivienda adecuada para todas y los planes de vivienda inclusivos son fundamentales para la prevención de los riesgos y para el futuro. Si somos capaces de garantizar el derecho a la vivienda a las personas en plena pandemia, no podemos permitirnos volver a la normalidad después de la crisis.»
Recursos
Para obtener más información sobre el tema de la vivienda y su impacto en las ciudades y regiones, consulte los recursos relacionados que se incluyen a continuación.
- La Declaración municipalista de los gobiernos locales por el derecho a la vivienda y el derecho a la ciudad de CGLU
- El informe de CGLU “Repensando las políticas de vivienda: aprovechar la innovación local para abordar la crisis mundial de la vivienda»
- Declaración de CGLU “El Futuro de la Vivienda”
- La iniciativa Ciudades por la Salud Mundial de Metrópolis y Proyecto AL-LAS
- Declaración de la Alta Comisionada de la ONU sobre el derecho a la vivienda: “La vivienda, la primera línea de defensa contra el brote de COVID-19”
- Comunicado y recursos sobre la COVID de la Plataforma Global por el derecho a la ciudad
- Habitat International Coalition’s Declaration: «We need a Human Rights Habitat»
- Declaración de la Coalición Internacional del Hábitat Necesitamos un Habitat de Derechos Humanos
- Comunidad de CGLU para la vivieda
